RUTA: Medina Sidonia – Arcos de la Frontera – Bornos – Villamartín
Kilómetros: 63
Conducción estimada: 1 hora 44 min.
Días recomendados: 2
Atractivos: Cultura, naturaleza, deporte, gastronomía
1. Del cielo al subsuelo
Puede que al principio dé pereza. Que sí, que es muy temprano y estamos de vacaciones, pero te prometemos que valdrá la pena. Te proponemos ver el amanecer en lo alto de un castillo que en realidad son 3 en 1: un castellum romano, un alcázar árabe y un castillo medieval. Algo tendrá de especial este lugar, además de unas panorámicas espectaculares de todo el centro de la provincia de Cádiz.
Aprovechando el fresco, daremos un paseo para ver cómo despiertan las calles encaladas de Medina Sidonia y desayunaremos en la coqueta plaza de España.
A estas alturas la actividad del pueblo ya se habrá activado y es un buen momento para ir al mercado de abastos para abrir los sentidos a los colores y olores que desprenden frutas y verduras. Muy atento a las tagarninas, una planta silvestre muy propia de esta tierra y que unos huevos por encima están para chuparse los dedos.
Bien, ya has visto el nacimiento del sol, la explosión de color del mercado y ahora te proponemos darle otro giro y adentrarte en las tinieblas. Medina Sidonia oculta celosamente bajo tierra un gran secreto: su red de cloacas romanas que se pueden visitar en el Conjunto Arqueológico. Aunque tienen casi dos milenios fueron descubiertas ¡en 1969! (abre todos los días por la mañana y por la tarde). Las paredes están hechas en piedra arenisca y los orificios de las bóvedas que conectaban con las casas pues…ya te puedes imaginar cuál era su función. ¡No temas, el alcantarillado moderno no usa esta infraestructura!
2. Las cuestas que llevan al paraíso
Fortaleza entre fortalezas y puerta a los pueblos blancos. Te proponemos que ahora avances en la ruta hasta Arcos de la Frontera. Esta es una de las joyas de la provincia y, para muchos, uno de los pueblos más bellos de España. Sus empinadas calles hacia lo alto del risco donde se asienta no fueron pensadas para circular en coche, sino para que resultará imposible de conquistar. Mejor aparca antes en el barrio bajo y adéntrate a pie en su casco antiguo.
El mejor lugar para fundirse con su espléndido Conjunto Histórico Artístico es la Puerta Matrera, la única que perdura del recinto amurallado. Traspasarla es retroceder de inmediato en el tiempo. Atento a monumentos como el Castillo de los Duques (siglo XV) o la Basílica de Santa María. En Turismoarcos.com puedes descargarte gratis una guía monumental muy práctica con explicaciones básicas. Además, desde la Oficina de Turismo (Cuesta de Belén 5) parten rutas guiadas muy interesantes. Puedes consultar directamente con ellos los días y horarios.
Después del paseo toca comer y beber un vinito con vistas insuperables. Te recomendamos la terraza del Parador de Arcos. ¡Apostamos a que jamás la olvidarás! Si decides almorzar o cenar aquí te encontrarás riquísimas opciones gastronómicas locales como el rabo de toro o la corvina a la roteña. Por supuesto también puedes dormir en estas soberbias instalaciones si te encaja en el presupuesto. Otra muy buena opción, es la hacienda El Santiscal, muy cerca del embalse. Imposible no relajarse en los jardines y piscina de esta elegante casa solariega.
3. Historia a la orilla de un embalse
¡Buenos días! Si quieres celebrar este día de libertad con un brindis, muy cerca tienes las bodegas Huerta de Albalá, a medio camino entre Arcos de la Frontera y Bornos, nuestro siguiente pueblo, en la que puedes concertar una visita, simplemente hacer una cata o compra sus vinos con mucho reconocimiento a pesar de su juventud. Entorno a la bodega se alinean más de un cuarto de millón de vides… ¿alguna vez viste tantas?
La ruta prosigue hacia el tranquilo pueblo de Bornos a la orilla de un gran embalse. Aquí hay múltiples lugares para comer bien a buen precio. Uno de ellos es Casa Pengue, con variedades gastronómicas españolas o la venta El Pinar, ideal si vas con un grupo numeroso. Las tapas en este pueblo gaditano son buenas, bonitas y a un buen precio. Garantía de éxito.
4. Bendito payoyo
Bordeando el pantano hacia el norte nos encontramos Villamartín, una localidad que alberga una de las mayores concentraciones de cabra payoya, una raza autóctona de la Sierra de Cádiz. ¡Y menudos quesos producen!. La fábrica de quesos Pajarete es una de las más reconocidas por su producción 100% natural y sin conservantes. Tiene alguno de los mejores premios queseros del mundo. No exageramos ni un ápice. Puedes acercarte al establecimiento de venta directa en la misma fábrica. Si tu amor por el queso va más allá y quieres conocer en directo todo el proceso de producción, contacta con Pajarete para ver si puedes unirte a algunas de sus visitas programadas.
Va siendo hora de terminar esta ruta con un alojamiento a la altura de las circunstancias. En su entorno, la Hacienda el Rosalejo: un palacio de estilo colonial que mandó construir el virrey de Méjico en la Sierra de Cádiz. También te sugerimos la Hacienda Buena Suerte, que combina su producción agrícola y ganadera con un hotel rural con encanto de trato familiar.
Mapa de la ruta propuesta: